CEO: 4 perfiles de liderazgo en la crisis pandémica

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Estar al frente de una organización en medio de una pandemia no es tarea fácil. El CEO necesita enfrentarse a lo desconocido, cuyos escenarios son totalmente inciertos, y definir cual camino seguir. Sin olvidar que la crisis sanitaria ralentizó la economía global y obligó a las empresas a adaptarse a modelos de trabajo virtual. Ante este contexto, la toma de decisiones por parte de los líderes se aceleró y comenzó a realizarse de acuerdo con el perfil de cada uno.

Un estudio realizado en septiembre y octubre del 2020 por el page Group y la Fundación Dom Cabral (FDC): “Realidad y percepciones del alto liderazgo frente a la crisis” identificó, en Brasil, 4 perfiles de liderazgo, a partir de la actitud del profesional ante la crisis y el entorno en el que encuentra. Ellos son: los escépticos, los orientados a las personas, los egocéntricos y los confiados.

Según la encuesta, un mismo líder puede navegar por más de un perfil mencionado anteriormente. Esto se debe a que “cada perfil predominante es más fácil en determinados entornos, pero no pierde su capacidad de adaptación. Tampoco hay comparación de lo correcto o incorrecto, mejor o peor, sino lo más adecuado a cada situación y cultura organizacional ”.

CEO: perfil escéptico

Los líderes escépticos, según el Estudio, trabajan en sectores que han sufrido mucho por la crisis. Y, por lo tanto, les preocupa “cómo asegurar la supervivencia de los proveedores, cómo será la economía con la devaluación de la moneda brasileña en el contexto internacional, el impacto en las importaciones y exportaciones, y evaluar una reducción en las ventas por una posible caída en la demanda de sus productos y servicios “.

Gran parte del escepticismo encontrado en la encuesta: “se debe a la expectativa de recuperación económica solo a partir de 2023. Y tal incertidumbre sobre el futuro y la volatilidad del mercado requiere una toma de decisiones más ágil y directa. Se nota que hay una tendencia a la centralización de la toma de decisiones para ganar agilidad”.

En este sentido, según el Estudio, “la distancia del modelo remoto le da al líder escéptico más espacio para tomar decisiones solo, aunque él crea que las reuniones de alineación son fundamentales para que las áreas no vayan en direcciones diferentes”.

Perfil orientado a las personas

Desde el comienzo de la pandemia, la transición para el home office ha sido uno de los grandes problemas que enfrentan las organizaciones. Este nuevo modelo de trabajo cambió la forma de pensar de muchos líderes, que comenzaron a enfocarse más en la gestión de personas.

Según el estudio, la seguridad y la productividad de los colaboradores son las principales preocupaciones del líder orientado a las personas. “Es un perfil de liderazgo con énfasis en la gestión de personas y habilidades blandas combinado con el desarrollo de habilidades estratégicas. No todos los líderes entrevistados con este perfil actuaban así antes de la crisis, pero desarrollaron esta línea a partir de la nueva realidad impuesta por la pandemia”.

Este cambio se produjo porque, según los entrevistados, se involucraron en la vida privada de cada uno de sus colaboradores. Y, desde esta perspectiva diferenciada, los empleados se beneficiaron de “estaciones de trabajo de la empresa, rembolso de la cuenta de internet, conversaciones individuales para conocer cómo se sentía cada uno, happy hours remotos y otros momentos virtuales de integración”.

Perfil egocéntrico

Las pequeñas y medianas empresas, que ya expresan una cultura de toma de decisiones centralizada, tienden a tornarse aún más rígidas en la crisis, señala el Estudio. “El aumento de la centralización llega a los líderes como un efecto secundario de la sobrecarga de trabajo. Los directivos entrevistados manifestaron que están realizando un mayor número de tareas, lo que acaba aumentando su propia carga de trabajo, en un intento por mitigar los efectos de la crisis en el desempeño de la empresa y en la salud física y mental de sus empleados”.

También según la encuesta: “los líderes egocéntricos enfatizan las actividades de reestructuración de costos y las relaciones con los proveedores. También se enfrentan a desafíos en la gestión de equipos en modelos trabajo y dinámicas de trabajo a los que no estaban acostumbrados, como que todos los empleados trabajen por primera vez en home office o parte del equipo trabajando desde casa y la otra parte presencialmente”.

Ante tantas variables, los encuestados dijeron que optaron por “centralizar la toma de decisiones, direccionamientos y también la comunicación”. En su opinión, “la estructura centralizada ofrece beneficios para la empresa, ya que facilita la comprensión de las responsabilidades de cada empleado”.

Perfil confiado

Los líderes confiados, por su parte, según el Estudio, “esperan mayores ventas y contratación en el 2021, notando una mejora en la competitividad de la empresa. Creen que el desempeño positivo de un sector compensa al otro que más sufrió por la crisis. Gran parte de esta confianza proviene de los buenos resultados que pudieron obtener a pesar de los impactos de la pandemia en sus estructuras”.

La encuesta también identificó que los líderes confiados piensan en aprovechar al máximo las oportunidades del mercado y están dedicados a ayudar a los proveedores a promover la sostenibilidad de la cadena. Para los encuestados, “la positividad generada por la confianza conduce a una gestión menos centralizada”

Otra característica de los líderes confiados, señala el Estudio, es la motivación por la agilidad en los equipos “ellos fomentan el entrenamiento de equipos multidisciplinares enfocados a la innovación, valorando las competencias de cada profesional y evitando la existencia de capacidad ociosa en la organización”.

Además, los líderes confiados “creen que la crisis ha revelado el potencial de las personas para reinventarse y trabajar en diferentes áreas, abriendo una gran oportunidad para aprender y crecer”. Lea el estudio completo: haga clic aquí.

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